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Rosas . Un jardín suele ser el especio agradable y relajante. Tenerlo cuidado y bonito no solo embellece el hogar, sino que regala alegría a sus habitantes.es una forma de mantenernos en contacto con la naturaleza. Las rosas pueden ser difíciles de cultivar, pero ellas pueden convertirse en las reinas de este pedazo de verde de nuestro hogar.
Ya sea para relajarte, mantenerte activa o para dar amor a tu casa cultivar un rosal puede ser el proyecto que necesitas. Para ello te brindaremos algunos trucos y consejos para la siembra de este arbusto alucinante. Es importante que una vez cultivadas le des un mantenimiento regular a tus rosas para conservarlas el mayor tiempo posible.
Las rosas pueden plantarse durante todo el año. Suelen prosperar en los sitios donde no abunde el viento y reciban una buena cantidad de luz solar. El suelo no debe ser muy húmedo, pero tampoco seco. Asegúrate de que tenga buen sistema de drenaje. Un truco eficaz, es añadir un poco de arcilla a la tierra donde se sembrarán.

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Otro truco sencillo para empezar con el cultivo es hacerlo con una planta de aloe vera. ¿En qué consiste? Te lo explicamos. Lo primero será acudir a tu vivero de confianza y comprar una rosa con tallo, una planta de aloe vera, tierra abonada (orgánica) y un macetero grande. Con estos implementos se buscará conseguir los primero retoños del arbusto para luego trasplantarlos a tu jardín.
El primer paso será cortar un trozo de penca de aloe vera. Este deberá tener unos cuatro centímetros de largo, o el tamaño suficiente para introducirle un tallo. Este pedazo de penca tiene que tener ambas puntas cortadas, de manera que se vea el cristal interno de la planta.

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Luego, se cota el tallo de la rosa, preferiblemente debajo de la hoja que tiene. Inserta el tallo (la parte que cortaste sin la flor) dentro del interior de planta de aloe (por una de las puntas que cortaste). Llena la maceta con la tierra abonada. Luego realiza un agujero en el centro. Inserta el tallo con el aloe dentro del agujero y cúbrelo con más tierra.
Para que crezca el arbusto, riega la maceta con el tallo dos veces al día con poca agua. Recuerda que la tierra no debe estar muy húmeda o inundada. Ponla en un lugar donde le dé la luz del sol pero no de forma directa. En poco tiempo verás como empiezan a salir hojitas verdes y ramitas. En lo que florezca la planta ya puedes trasplantarla a tu jardín directamente en el suelo.