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Ejercicio. Todas sabemos que no hay secretos para estar saludables y en forma. Una alimentación equilibrada, buenos hábitos de vida y ejercitarse son la clave del asunto. Muchas veces nos cuesta adecuarnos a esa realidad, especialmente cumplir con la rutina de ejercicios. Mantener la motivación y disfrutar de cada sesión puede resultar cuesta arriba. Esto no tiene por qué ser así.
Lo primero que debemos hacer es que el ejercicio se convierta en un hábito. Que así como comemos, dormimos o trabajamos, ejercitarse tiene que ser parte de nuestro día a día. Escoger la actividad adecuada para nosotras es fundamental. Ya sea ir al gimnasio, correr, practicar Pilates o yoga, tiene que gustarnos y adaptarse a nuestros requerimientos. Incluso, para quienes se aburren fácilmente puede ser una combinación de varias disciplinas.
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Una vez que ya cuentas con un plan de entrenamiento tienes que enamorarte de él y desarrollarlo. Para ello usa tu mente. Pensar positivamente, trabajar en eso, te ayudará muchísimo. Hay que dejar de ver el ejercicio como algo obligatorio o impuesto. Piensa en cada sesión es una aventura, una hora de diversión. Ponte metas realistas y así será más fácil cumplirlas y motivarte. Si sientes que te aburres prueba cosas nuevas.
Cuando haces ejercicio se eleva la producción de endorfina (la hormona de la felicidad y el placer) lo que ayudará a que te sientas bien. Así que al cumplir tus rutinas fitness tu mente será más positiva. El estrés disminuye y aumenta la autoestima. Cuando vemos progreso en nuestro cuerpo es difícil que no queramos seguir teniendo buenos resultados.
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Otra manera de que nos mantengamos motivadas es que seamos flexibles. Es cierto que debemos mantener la rutina y construir un hábito, pero eso no significa que si un día estás de bajón y quieres hacer otra cosa no lo hagas. No siempre estaremos con la energía al 100%. Lo que si hay que evitar es una inactividad prolongada. Una forma de no perder el hábito es por ejemplo, en lugar de ir al gym a levantar pesas como acostumbras, lo cambies por una sesión de yoga o estiramientos. Incluso, puedes hacerlo en casa viendo un video en internet.
La planificación también es muy importante para que le tomes el gusto al ejercicio. Cuando el tiempo es limitado es fácil que abandones las rutinas. Incluye las sesiones en tu agenda y que estas se adapten a tu disponibilidad. Es un momento que dedicarás a ti y a sentirte bien. Haz espacio en las obligaciones, en el tiempo libre y ancla allí el entrenamiento. Cualquier hora y día es bueno para mover el cuerpo.
