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Si hay una temporada que invite al disfrute y al descanso es el verano. Tomarse unas semanas o unos días de vacaciones es un plan perfecto. Sin embargo, muchas veces no sabemos cómo desconectarnos de todo y relajarnos verdaderamente. Las obligaciones laborales o compromisos de diversa índole suelen invadir nuestros pensamientos.
Lo ideal es no esperar a que llegue el calorcito de la estación para descansar. Científicamente está comprobado que a menudo es necesario hacer una pausa. Si no lo hacemos, nuestro cuerpo se reciente. Estrés, insomnio, migrañas o ansiedad pueden afectarnos. Así, que si al menos no aprovechas las vacaciones serán aún más negativas las consecuencias. Pero, no desesperes. Aquí te damos unos tips para que disfrutes estos días de verano.
Lo primero que hay que hacer es “preparar el terreno”. Ata todos los cabos sueltos y pendientes que tengas en el trabajo. Procura dejar tus asuntos y obligaciones resueltas, o lo suficientemente adelantadas para retomarlas al regresar a tus deberes. Si sales de vacaciones y te quedó algo “urgente por hacer” es muy difícil que no pienses en ello.
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Una buena alternativa, si cabe en lo posible, es dejar a un tercero a cargo. Esto podría darte cierto alivio en caso de que surjan inconvenientes. Tiene que ser una persona capacitada o de tu entera confianza para que te sientas más segura de sus actos.
Una vez que ya tengas todo resuelto es momento de desconectarte. Esto aplica incluso literalmente. Cesa la conexión con las aplicaciones laborales que tengas en tu teléfono móvil, ordenador u otros dispositivos móviles.
Otra buena opción es usar una línea telefónica alterna. Ésta solo la tendrían las personas de tu interés fuera del campo laboral. Si te parece muy radical apagar tu móvil, usa la opción de “No Molestar”. Todos los aparatos inteligentes la incluyen. Igualmente, trata de usar lo menos posibles tus dispositivos digitales, a menos que sea para tomarte lindas fotos.
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Evita los lugares que recuerden el espacio laboral. Si pasas mucho tiempo frente a un ordenador en el despacho o en la oficina, evítalos mientras vacaciones. También, los sitios bulliciosos que te lleven a sentir el ajetreo diario.
Cuando te descubras pensando en tus deberes de trabajo sustituye esos pensamientos por otros. Piensa en qué sitios te gustaría conocer, planifica tu próxima escapada o en cómo preparar esa comida que tanto te gusta. Ten a mano literatura fresca y ligera para sumergirte en las letras cuando sea necesario.
Aprovecha de disfrutar en verano con tus seres queridos. Muchas veces estamos ocupadas en mil tareas y olvidamos mimar o demostrarle nuestro afecto a familiares y amigos. Regala atención a las personas que amas. Concentrarte en ello es la mejor manera de desconectarse de todo lo demás.
