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Meditación. ¿Alguna vez has aplicado la técnica de contar hacia atrás para calmarte? Si lo has hecho puedes notar el poder que tiene la respiración sobre la mente. Al controlar la respiración reduces los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés. Ahora, imagina los beneficios que puedes lograr si practicas la meditación. La meditación es una herramienta que sirve para relajarse, aprender a enfocar la mente, decidir conscientemente, dormir mejor, calmar los niveles de estrés y ansiedad, entre otras cosas.
Si decides empezar a meditar es importante que elijas un lugar cómodo y tranquilo. Determina por cuanto tiempo lo harás, aunque si eres princípiate puedes elegir tiempos cortos de 5 a 10 min por día. También, puedes intentar con distintas técnicas cada día mientras encuentras la o las que más te gusten. Toma en cuenta que no se trata de poner la mente en blanco. Mientras realizas los ejercicios pueden empezar a aparecer pensamientos desordenados. No te frustres y trata de enfocarte en algo específico. Poco a poco con la práctica lograrás concentrarte.
Existen varias técnicas básicas y sencillas con las que puedes iniciar en la meditación, aquí te contamos algunas de ellas:
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1-Respiración consciente. La respiración es la base de la meditación. Este ejercicio suele ser simple de ejecutar ya que lo puedes hacer en cualquier lugar como tu casa u oficina. La idea es concentrarte en tu respiración y los pensamientos que surjan dejarlos fluir. Debes cerrar los ojos, inhalar por la nariz y exhalar muy despacio por la boca. Siente la respiración pasar por tus pulmones y siente el movimiento que hace tu pecho al tomar y expulsar el aire. Repite durante el tiempo que hayas elegido.
2-Caminata consciente. Se recomienda elegir un lugar tranquilo para caminar (sin mucho ruido). En este ejercicio deberás caminar despacio y contar los pasos. Presta atención a todos los movimientos que realiza tu cuerpo mientras caminas. Siente como tus pies se levantan del suelo, flexionas tus rodillas y vuelven a tocar el suelo. Si estás en un parque conecta con la naturaleza y trata de sincronizar tus movimientos con la respiración.
3-Escuchar música. Aunque no lo creas, esta es una técnica de meditación, ya que te desconectas de tu entorno. Así que, selecciona una música que te conecte con los sonidos, idealmente música relajante. Música de la naturaleza (sonido de la lluvia, cascadas de agua, sonido de las olas) o música instrumental. Para este ejercicio debes estar cómoda, ya sea sentada o acostada. Bien, ahora debes concentrarte en todos los sonidos que percibas para crear un estado de armonía y tranquilidad.
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4-Percepción consciente de tu cuerpo. Esta técnica busca que percibas todas las sensaciones de tu cuerpo. Para escanear tu cuerpo mentalmente debes estar sentada o acostada de manera cómoda. Con los ojos cerrados, respira lenta y profundamente, concentrándote en el movimiento de tu pecho o abdomen. Ahora, empieza a sentir por la cabeza o los pies. Si empezaste por los pies por ejemplo, relaja los músculos y percibe si están cansados. Luego siente tus rodillas y así hasta llegar a la cabeza. Esta técnica es ideal para antes de ir a dormir, porque ayuda a conciliar el sueño de forma rápida.
También puedes practicar esta técnica observando conscientemente algún objeto. Mirarlo fijamente a detalle y percibir cómo la mente se libera de los pensamientos y se centra sólo en lo que observas.
