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Son muchas las disciplinas deportivas que podemos practicar para vernos y sentirnos bien. Una de ellas es correr o hacer running. Aunque pueda parecerte sencillo, practicarlo de manera correcta tiene sus trucos. La idea es evitar que te lesiones o sufras dolores musculares.
La práctica regular de running mejora nuestra resistencia física. Igualmente ayuda a fortalecer nuestros huesos, músculos, el sistema cardiovascular y el respiratorio. Además combate el estrés, ayuda a drenar nuestras energías e incluso nos permite pensar mejor y canalizar las emociones. Nos desconecta con el exterior y nos conecta con nosotras mismas.
La primera recomendación es que resulta imprescindible que antes del entrenamiento calentemos. No hay que saltarse este paso. Para ello se pueden realizar ejercicios de movilidad en círculos, estirarse y realizar pequeñas carreras suaves. Al finalizar la jornada de running también deben repetirse los estiramientos. Si el cuerpo está “caliente” se evitan lesiones.

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Tener paciencia es importante. Hay que evitar querer correr a tope los primeros días. Lo ideal es ir cogiendo el ritmo y realizar aumentos de manera progresiva. Comienza recorriendo los kilómetros que aguante tu cuerpo. Luego, poco a poco eleva la intensidad y distancia. Escucha tu cuerpo.
Aunque no parezca tan relevante, una manera de ser efectivas y que no te lesiones es usar el calzado adecuado. Existen zapatillas especiales para hacer running y es por una razón. Ellas son fundamentales en tu rendimiento. Procura escoger zapatos de una media talla más grande de la habitual. Así estarás más cómoda y no te saldrán ampollas en tus pies.
Para rendir en este deporte y en cualquier otro es importante descansar. No es bueno salir a correr todos los días. Lo ideal es descansar un día o dos de por medio para ganar fuerza y energía. De esta manera podrás aumentar el ritmo de tus entrenamientos. Una buena idea es combinar las pesas con el running. De esta forma se hace un descanso activo.

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Comer bien es otro factor primordial. Llevar una alimentación balanceada complementará tu rendimiento. Igualmente, sobre el punto de la comida vale destacar que no es recomendable comer mucho o pesado antes de salir a correr. Si comiste demasiado, espera al menos unas dos horas antes de comenzar el recorrido.
Como ya mencionamos, la alimentación es clave. Por ello, procura no eliminar los carbohidratos si practicas running. Opta por los saludables, como patatas, pastas y cereales. Estos de brindan energía y los nutrientes que necesitará tu cuerpo ante la exigencia de correr.