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Es normal que a veces estemos en un lugar y nos aburramos. Estar desanimada, sin intenciones de sumarnos a alguna actividad puede ocurrir ocasionalmente. Sin embargo, cuando el aburrimiento es constante, que casi todo el tiempo no te entretengas con nada, es posible que se trate de una patología poco conocida.
Existe un mal denominado “aburrimiento crónico”. Si has probado hacer cambios, hallar motivación para hacer tus actividades diarias o divertirse y no lo logras podrías sufrir de esta patología. Esto también tiene que ver con la prolongación de la situación. Si llevas meses sintiéndote así, ocurre un problema.

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Si en tu mente y cuerpo te cuesta experimentar sensaciones agradables o divertidas no es normal. Vale señalar que no es un tipo de enfermedad mental. Pero, si causa una insatisfacción emocional que podría indicar que padeces otros problemas de mayor gravedad. Por ejemplo, puede ser síntoma de ansiedad o depresión. En estos casos se requerirá de la ayuda de un profesional para tratar y resolver el trastorno.
Si se trata de un “aburrimiento crónico” aislado, que no surge de un padecimiento mayor, la forma de tratarlo es con creatividad. Se espera identificar el escenario que genera incomodidad y solventarlo con alternativas poco ortodoxas. Intentar nuevas actividades que activen en nuestro cerebro la motivación y la imaginación.
Según explican psicólogos, los síntomas del aburrimiento crónico más comunes son:

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- Te cuesta concentrarte en las acciones del día a día. Esto incluye desde el trabajo hasta mirar la televisión. La mente divaga y hace que se deje de prestar atención a las actividades diarias.
- Sientes que las horas pasan sobre una tortuga. Para ti el tiempo correrá con un lentitud extrema.
- Las cosas que te brindaban alegría, te apasionaban o generaban interés dejan de hacerlo.
- No ves estímulos en el entorno que te rodea. Crees que no hay cosas o experiencias que puedan gratificarte, eso está en pausa.
- Ves como una tarea inmensa emprender un nuevo proyecto o actividad. No tienes motivación para ello. Es algo imposible de efectuar.
- Sientes un hastío constante y que no terminará nunca. Te sientes atrapada en una jaula.
Si experimentas estas emociones por mucho tiempo, lo ideal es visitar a un profesional para que te ayude.