
Foto: Pexels.com
A muchas nos pasa que cuando decidimos llevar una rutina de ejercicios, ya sea en casa o en el gimnasio, terminamos por abandonar. Ser constantes en el tiempo que debemos dedicar a esta actividad resulta cuesta arriba. Es aquí cuando nuestra mente busca excusas como “no tengo tiempo” o “comienzo el próximo mes” y así terminamos sin cumplir la meta de estar en forma. ¿Has escuchado la frase de que “todo es mental”? pues sí, generalmente esta es la razón por la que no terminamos de motivarnos para ejercitarnos como nuestro cuerpo lo merece.
A continuación te damos unos tips para que te sientas con más ánimo al ejercitarte. Toma nota para que los pongas en práctica a la hora de empezar a realizar ejercicios:
1.- Lo primero que debes hacer es definir con qué tipo de ejercicios te sientes a gusto.
A veces sucede que empezamos una rutina que no nos gusta y por eso nos aburrimos en el intento. Entonces, descubre si lo tuyo es hacer ejercicio ligero o pesado, si prefieres entrenar en casa o en el gimnasio, si te gustaría trotar o hacer yoga, por ejemplo. Cualquier ejercicio que decidas hacer será válido. Lo importante es moverse, dejar de ser sedentaria y, por supuesto, que disfrutemos lo que hacemos.

Foto: Pexels.com
2.- Ponte metas con las que te sientas cómoda.
El cuerpo y la mente se estarán adaptando a un nuevo estilo de vida, así que no te presiones. Visualiza si te imaginas yendo al gimnasio todos los días o solo tres veces por semana. Al ser constante notarás los resultados progresivamente. También es importante el horario que elijas. Sin embargo, debes ser flexible. Si un día no puedes asistir a la hora acordada, ajústala. La idea es que no sientas que es un compromiso sino un momento para disfrutar.
3.- Lleva un registro de tus avances.
Medir el progreso te servirá para saber que lo que haces vale la pena. Verte lograr tus objetivos ya sea perder peso, mantenerlo, reducir medidas o ganar masa muscular será tu recompensa. Proponte metas a corto plazo. Por ejemplo, cada 15 días puedes monitorear el progreso. Pero, ¡no te vayas a obsesionar con el aspecto físico! Enfócate en otros beneficios. Por ejemplo, notarás que tu estado de ánimo, la energía y el sueño nocturno será más óptimo. De igual forma bajará notablemente el nivel de estrés.

Foto: Pexels.com
4.- Crea un ambiente agradable.
Está comprobado científicamente el beneficio que tiene la música sobre el estado de ánimo de las personas. ¡Escucha música mientras te ejercitas! Esto hará que estés motivada y por lo tanto tengas mayor rendimiento. Si eres de las que no te gusta entrenar sola, puedes invitar a alguna amiga para que hagan rutinas juntas. Pero no te preocupes, el gimnasio es un lugar donde puedes hacer vida social y de seguro tendrás con quien formar un equipo. También, te puedes apuntar a clases de baile o zumba para que alternes los días de entrenamiento y no te aburras.