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Protector solar. No hay nada más delicioso que tumbarse al sol y recibir los rayos del astro rey. Sin embargo, aunque el verano te tiente a lanzarte a la playa de inmediato, lo primero que debes hacer es correr por tu protector solar. Durante todo el año es importante cuidar la piel, pero lo es más en esta estación. Por ello deberías conocer a profundidad qué productos usar.
Arrugas, manchas, quemaduras y hasta cáncer de piel son algunas de las consecuencias de no proteger la piel del sol. En el mercado existe una gran variedad de opciones. Elegir la adecuada dependerá de varios factores. Estos incluyen tipo de piel, factor de protección y nivel de exposición entre otros.
Básicamente, son tres los tipos de protector solar según su acción. La clasificación los agrupa en químicos, biológicos y físicos. Cada uno tiene sus propias características y presentaciones. En cuanto a las marcas, siempre es recomendable optar por las más reconocidas o que sean de la casa de los cosméticos que ya utilizas.

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Los filtros solares químicos absorben las radiaciones solares ultravioletas. Atrae la energía y luego la emite en forma de radiación térmica sin dañar la piel. En la etiqueta se especifica al señalar que posee filtros UVA, UVB y amplio espectro. La textura suele ser fluida y ligera. Se aconseja aplicarlos al menos 30 minutos previos a exponerse al sol para que se absorba correctamente.
Por su parte, los filtros físicos son aquellos que reflejan la radiación del sol. Suelen denominarse como “pantalla solar” o “ecran”. Son perfectos para evitar el bronceado o eritemas. Suelen recomendarse a los infantes o quienes sufren alergia a los protectores químicos. También, para quienes sufren de dermatitis o cicatrices. Suelen dejar la piel blanca tras su aplicación.

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Los protectores solares biológicos no son filtros en sí mismos como los que mencionamos anteriormente, sino que actúan con ellos. Están compuestos de antioxidantes naturales. Sirven para frenar o reparar la oxidación que produce la radiación UVA. Fortalecen el sistema inmunológico en la piel. Destacan la vitamina E, vitamina A y Vitamina C.
Otro punto importante de conocer, es el factor de protección solar (SPF). Todos los protectores lo indican y le dan un valor numérico. Este señala el índice en el que tardarán los rayos UVB en ser absorbidos por la piel y enrojecerla. Por ejemplo, si la etiqueta dice “SPF 40” señala que la piel tardará 40 veces menos en enrojecerse que si no se usara protección solar.